Historia del pueblo Maya Kaqchikel- parte 3
Kiq’ij anima’i’ (Dìa de los Difuntos)
Se recuerdan a los ancestros, con ceremonias segùn el calendario maya el dìa AJMAQ o sea cada veinte dìas. Y en el dìa del calendario gregoriano, el dìa dos de noviembre, todo mundo se dirige a los cementerios, adornando las tumbas, algunos llevando candelas de diversos colores u ofrendando verduras cocidas a sus difuntos.
No es raro ver en la puerta de las casas la flor llamada Parutz’, conocida como flor de muerto; es un sìmbolo de bienvenida a los que ya se nos adelantaron en el paso a la eternidad.
En algunos municipios se hacen altares en los hogares, con flores, frutas, comida y bebida para los difuntos.
Barriletes de Santiago Sacatepèquez
El dìa primero y dos de noviembre el cielo de este pueblo se llena de sentimiento color y arte. Barriletes de todos tamaños y colores decoran el àmbito de la bòveda celeste.
Se dice, que los espìritus malos venìan al cementerio causando miedo a las almas de los difuntos, la cuales no tenìan paz e iban por las calles llorando y gritando.
Los sabios Ajq’ija’ dialogan y concluyen que el ruido del papel al chocar con el viento causarìa que los espìritus malos huyan del lugar. Se creo entonces el barrilete.
Esta tradiciòn sustituye a la fiesta de los emponchados que se realizaba cada dos de noviembre.
Los emponchados eran una especie de carpas fabricadas con palos y ponchos sobre las tumbas, decoradas con candelas, licor. Amenizando los familiares con instrumentos como arpas, guitarra, acordeòn, con el fin de acompañar a sus difuntos.
Tambien se puede observar que la tradiciòn de los barriletes, ha sido tomada por otros pueblos como Sumpango Sacatepèquez y Santa Marìa Cauquè.
Autor: Humberto Ak’abal